lunes, 5 de mayo de 2008
Sueño y realidad
Quisiera explicarte. El sueño se ha mezclado con la realidad. No intento justificar mis acciones, sólo quiero explayarme. Todo aquello que creía que no pasaría, que transformaría aquella máquina perfecta en pura chatarra, ha pasado, está pasando. Todo lo está destruyendo, todo se derrumba. ¿Qué pasó con las sonrisas constantes, con los llamados amistosos, con las canciones que tanto disfrutábamos cantando? Las sonrisas son gestos de enojo, los llamados amistosos dejaron de ser amistosos, son sólo formales, las canciones ¿qué más dan si lo que nos unía ha desaparecido? Aquello que nos unió para enfrentarlo, era muy parecido a nosotros. Lo supimos ver, pero terminamos cegados quizá por el deseo de vencerlo por sus ineficiencias ya demostradas. Cada vez nos diferenciamos más con este ente, en vez de tratarlo. Y ahora ya no está, se esfumó por sus propias contradicciones. Así, ¿qué nos quedó a nosotros? Una sensación de unidad, que al fin y al cabo era inexistente sin lo que nos había juntado en un principio. Pero, alto, seguimos unidos pero, ¿y ahora por qué? Es absurdo. Las diferencias entre nosotros cada vez son mayores, las ideas de unos se imponen casi por la fuerza por sobre la de otros. "Los otros" se han cansado, empiezan a hacer notar que no se pondrán por debajo de "los unos". Desean ser escuchados por éstos, pero éstos no ceden, no admiten quien realmente tiene razón, ¿y quién podría culparlos si siempre tienen algo para decir luego de que escucharon a alguien hablar? Su formación es distinta, "los otros" deben continuar y crecer. Ese sueño, tiempo atrás hermoso, se ha tornado en pesadilla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario