domingo, 10 de mayo de 2009

Ven, te invito a desaparecer

Tómame en tu mano, llévame.
¿Qué importa si tenemos el tiempo en nuestra contra?

Flores, flores, flores. Flor. Lleva al extremo tu inconsciencia y hazme crecer.
Qué más da si todo terminará mal.
De todos modos terminará mal.
Aunque no quieras terminará mal.
Por más que trates terminará mal.
¿Por qué no habríamos de disfrutar la lluvia que cae marcando nuestros rasgos, nuestras caras, e imaginarnos que son las lágrimas que pronto cruzarán nuestras mejillas? Humana.
Sueña, imagina, desata un mundo utópico.
Todo depende de tí.
Por tí.
Para tí.
A tí.
Sin tí.
Contigo.
Conmigo.
Con nosotros.
Y nosotros mismos.
Y el mundo mismo.
Y la utopía misma.
Desata tu imaginación y rosa mis labios, destraba las barreras. Corre. Crea en tu cabeza imágenes que se traduzcan en realidades. Surrealista.
Metamorfoséate en una flor.
La mano que te llevará consigo será una que no te dejará morir.
No mueras.
No mates.
Déjate tocar por el brillo del disco dorado, contágiate. Vuélvete de oro. No es tanto lo que te hace falta.
Huelo tu perfume tan familiar y desconocido, tan real y relativo, tan fantástico y fantasioso.
Quiero soñar tu suerte.
Desear tu muerte.
Arrepentirme.
Comprarte.
Guardarte.
Encajonarte.
Empacarte.
Llevarte.
Aislarte.
Y, finalmente, soltarte.
Quiero verte volar. Quiero verte boomerang.

Me contradigo y rezongas. Te contradices y rezongo.
Todo catastrofeará.
Todo caoserá.

Intenta.
Todo terminará mal, lo sé.
Pero buen tiempo dejarás pasar.