martes, 27 de mayo de 2008

Carta a un padre.

Esto ha ido demasiado lejos
¿cuánto creíste que iba a aguantar?
Ahora el dolor es más fuerte
que mi inmadurez.

La secuencia siempre es la misma,
se repite una, y otra, y otra vez.
Pero las heridas comenzaron a sangrar,
los moretones cada vez oscurecen más.

Mis brazos están cansados,
mis gritos nadie los escucha - ni yo -.
He estado muy callada.
Todos deberían conocerte tal como yo.

Y los demás preguntarán porqué,
porqué no me quedé y luché.
Les responderé que no puedo,
que esta vez es mucho más fuerte que yo
- lo eres -.

Y si mañana regreso, sé lo que me espera.
Si antes eran sólo cachetadas,
las palmas se convertirán en puños.

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