martes, 17 de mayo de 2011




Cada paso que das me obliga a apuntarte
Solo quiero dispararte y matarte.
Porque tengo mi arma hacia vos y no voy a dudar un instante...

... Y disparo, sin más.
Y tu cuerpo cae rendido,
tendido en el suelo
pero nunca muerto.

Porque de mis balas no sale sangre
ni dolor
ni muerte
(¡mal me valga!)
sino más de vos
más hermoso
más radiante:
solo una obra de arte.

¡Hasta mi arma te reproduce!
Donde sea que miro,
por todos lados.
Porque mi arma es una lente
y treinta y seis son mis disparos.