jueves, 17 de diciembre de 2009

Tus cosas

Qué lindo te ves con la mochila al hombro. ¿Qué llevás ahí? Quiero ver. Quiero abrir el cierre y meterme a investigar. A ver. Wow. Tu billetera, donde descansan tus ojitos que me miran desde una foto-carnet de cuando eras mucho más chico. Jaja. Qué lindo que eras. ¡Ya tenías los aparatos! Aaaaawwwwrrrrrrrr. Y 2 pesos. Qué raro vos con poca plata... Por algo siempre me ratoneás algo en el kiosco. Y yo cedo porque me gusta ver que me sonrías.
¡Hojas! Y hojas y hojas y hojas. Wow. ¿Qué son? Ah, no podían ser otra cosa que las canciones que tocás en la guitarra, obvio. Y tocás tan bien, aunque no te das cuenta. Y componés tan bien, como ya me mostraste en algunas canciones que escribiste. Y no cantás tan mal, aunque no lo creas. Al menos afinás. Pero a mí me gusta como cantamos nosotros. Como cuando estábamos en ese bondi de buena calidad, volviendo, ¿te acordás? Éramos los únicos despiertos además de dos personas y lo único que hacíamos era cantar, mientras vos usabas esas hojas. Tus manos alrededor de la cintura de tu guitarra y tus ojos que iban y volvían. De repente se venían sobre mí y... No me quedaba otra que intentar no suspirar. Creí conocerte a fondo por unos momentos.
Y encuentro ahora algo de tu ropa. Claro, venís de campo. Sería gracioso verte jugar al handball, no te imagino. Por supuesto que El Sin te tiene que acompañar, ¿no? Si me pongo a ver su mochila seguramente encuentro ropa también. ¡Bloque! Son un bloque. Y son tan lindos.
Tenés también tus cuadernos. Ja, esperaba una peor letra de tu parte. No está mal para ser hombre, querido. De hecho, está bastante bien, y no sólo para un hombre. Matemática. Teoría Literaria. Física. Tenés todo mezclado, pibe, sos un enquilombado. Mirá quién habla, ¿no? Wow. Hay un cuaderno en donde tenés anotado todas esas letras copadas que componés. Ahí está la que te dije que me gusta mucho, porque tiene todo tu lado tierno, ese que quiero conocer yo pero que escondés y escondés. Sí, es así de linda como yo recuerdo. Y quizá más.
Y también está tu cartuchera, apuntes de Química, y un par de giladas más. Y yo quiero estar entre tus cosas.

Juego.

I can't help it if it's true,
don't wanna be your man,
just wanna play with you


La peligrosa cercanía,
nuestra,
de nuestros cuerpos,
de nuestras manos,
de nuestros ojos,
hasta de nuestros labios,
me asusta,
ay, me asusta tanto
que puedo sentir la tensión,
toda esa fricción...
la emoción
de tomarte la cintura
y acercarte a mí.
Por fin.

Pero no hay problema
si querés darle otra vuelta
de tuerca
al asunto.
Si, total, ¡nadie va a llorar!
Porque esto no es un sueño profundo;
¡esto no es un amor oculto!

Ja, no, no entendés.
Yo no quiero eso
que vos creés.
¡Yo no quiero tu amor!
Sólo quiero quizás un beso
y toda la lujuria en tu voz.