viernes, 27 de noviembre de 2009

DICE que está loca DE ATAR

Quiero ver tus ojos en un reflejo, sin mirada, tan vacíos. Porque vos no querés ver, querés tocar. Y ahora descubro porqué no querés pensar, y me encanta. Tus manos tocando ese cuerpo como de mujer, haciendo vibrar las cuerdas de tu inconsciente... y todo lo quiero adivinar súbitamente. Si no encuentro la manera, me voy a destruir. Y si vos no escupís tu demencia, no podés bajar, ¿no? Pero no, no bajes, allá arriba estás vivo, y yo te quiero vivo y que vomites sobre mí toda tu enfermedad. No sirve de nada si no querés tratar, si no vas a tratar. Porque yo te quiero ver tratando, precipitándote hacia mí como lluvia, como granizo, puro como nieve, con toda tu pureza e inocencia, sobre mí: porque quiero corromperte siempre que pueda. Y sí, hay algo que ya no puedo contener, que no me (va a) deja (dejar) volar. Siempre quiero saber aunque sea un poco más de lo que escondés al resto. Mostrate. Si no querés ir, y te querés quedar, hacelo, tomá mi mano y quedate. Y cuando llegue mi hora, no me voy a detener. Ni lo sueñes. Porque a mí, como a vos, no me importa si convenzo a los demás. Quiero soñar de manera legal con vos, y no me inmuta que las plebeyas que te tienen allá arriba, de príncipe azul, me tiren bocanadas de aire y viento manchado y envidias o celos, mostrando máscaras de consejeras fieles a la realeza ¡Pero, POR FAVOR! Yo quiero soñarte y que me sueñes, y ya ni me preocupo en esconderlo. Sólo la quiero pudrir.

lunes, 16 de noviembre de 2009

citando a Aranda

Tiemblan tus manos alrededor de ese cuerpo multiforme.
Amo la manera en que lo reflexionas todo.
Amo la manera en que me mirás mientras tus manos tiemblan
y tu cabeza reflexiona.
Mirame como quiero y haceme feliz.
Quiero formar parte de tu reflexión.