sábado, 12 de abril de 2008

Ella. Él. Ellos

Ella sólo quiere cuidarlo. Lo quiere, no puede verlo sufrir. Pero él sufre, y ella se siente impotente al no poder hacer mucho, solamente cumplir con su papel de amiga de él que le queda. Ella a la vez sufre, porque él es de lo más importante para ella, y le duele verlo así. Quiere abrazarlo, estrecharlo entre sus brazos, que él es acurruque cerca de ella, en ella, y no soltarlo, y que ya nada pueda lastimarlo. Él quiere abrazarla, y protegerla, que nada malo le pase. Ella quiere llevarlo lejos, lejos de toda la situación que él (y por consiguiente, ambos) debe afrontar, y que tanto mal le hace, llevarlo lejos y que sólo estén ellos, ella y él, nadie más, ella y él juntos, ella y él solos, ella y él teniéndose sólo el uno al otro, en un lugar completamente vacío, sólo para ellos. Ella le dice que debe dormir, debe escapar por unas horas, y él le dice que ojalá escapara con ella. Ella ya no aguanta, quiere que llegue la hora del encuentro, quiere verlo y abrazarlo, como si no fuera a dejarlo nunca más, porque es demasiado importante para ella, porque ella y nadie más sabe lo que siente cuando sus manos están juntas, cuando ve la mirada de él clavada en sus ojos, o simplemente cuando lo ve. Él: "quiero abrazarte, besarte, y dormir abrazado a vos". Ella: "quiero sacarte de todo ésto, y así verte feliz".

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