Una vez más me decepcionás,
me entristecí, estuve mal,
hasta me hiciste llorar.
Una vez más te negás
a ver esa realidad
que te viene a abofetear,
que te viene a tragar.
Vos lo negás.
Negás esa verdad,
o quizás sólo es MI verdad,
esa que prejuzgás
sin pensarlo ni dos minutos.
Qué triste va a ser
cuando vengas a llorar,
decepcionada (os),
a decirme que me querés,
a decirme que me necesitás.
O no.
Cuando me vengas a culpar,
a decirme que todo lo que hice
estuvo mal.
Y yo deba insultarte
o simplemente echarte en cara
que "te lo dije",
que al final
¿qué te dijo la realidad?
Y me odies,
y me aborrezcas,
para que luego me vuelvas a llamar
para luchar,
por esto,
por lo nuestro.
Nos necesitamos, mi amor,
y yo nunca voy a faltar.
Por más que yo te odie
o vos me odies
o ambos nos odiemos
por momentos.
Y yo te quiero, claro,
sino no te estaría escribiendo.
Hoy, sos mi musa,
porque amo tu movimiento,
con tus brazos al ritmo del bombo
y tus gritos al viento.
Amo tus mil voces que me aturden
aunque a veces de mí te burles.
Y yo quiero verte
la semana que viene
bancando esto,
defendiendo el campo,
defendiendo lo nuestro.
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