You don't love me the way that I love you
Un abrazo,
todo se arregla con un poco de "amor".
Un abrazo, dulces palabras,
¡ABRA-CADABRA!
Se fue el dolor.
Decilo.
Decilo, por el amor que
hay en esta esquina.
Decilo, abrí un ventanal
por el que
pueda entrar.
Ni siquiera pido una entrada triunfal.
QUIERO ESCUCHARTE DECIRLO, ¡HABLÁ!
¿no lo vas a decir?
Yo
ya no quiero mentir.
No quiero aparentar.
ya no quiero omitir
palabras que,
por más que te niegues,
vas a tener que guardar,
que retener.
Ya no quiero actuar,
quiero dejar
de interpretar
un papel que no puedo sobrellevar.
Quiero vomitar
todo lo que tengo en los pulmones,
en la garganta,
en cada extremidad.
Y si vos no lo decís,
seré yo quien hable y diga
que tengo una espina de pez clavada
en medio del pecho
(qué cliché),
en mis vísceras aplastadas,
y mis neuronas colgadas
del techo
no van a bajar.
Ni siquiera a saludarte.
Su ira no es en tu contra, claro,
es en la mía.
Porque ya no te puedo observar
sin que una tormenta de rouge me persiga.
Mirá lo patética que es esta poesía,
tan infantil,
que nunca vas a saber interpretar.
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