Hora exacta: 3:52
Son casi las 4 de la mañana. Es, creo, la tercera noche seguida en la que parte decido y parte me obliga mi maquinera mente a estar en la cama recién a esta hora, a dirijirme a mi sala personal para escapar de la realidad a través del beso de Morfeo.
No está bueno, creeme. Me va a costar mucho despertarme en cerca de cuatro horas para continuar con la rutina semanal.
Hasta hace tres minutos, más o menos, tenía un cigarrillo en la mano, como en las últimas tres noches, y la cabeza laburando a mil por hora. Me cuesta dormir si no es que mi cuerpo ya me obliga, forzosamente. Y, encima, hasta sumergida en mi subconsciente me es muy difícil escaparme. Porque, si no te veo, no resulta suficiente pensar acerca del horror emocional que paso, y termino viéndote en los sueños más malflasheros que tuve acerca del momento en que te confiese que no me banco ni dos segundos más sin vomitarte todo en la cara.
Dejame cambiarle un poco la letra a "Requiem for O.M.M. 2" para aplicarla a mí totalmente:
I don't need a photograph, 'cause you never leave my mind.
Qué linda canción, es una de mis favoritas. Y, sin dudas, ese cambio representa la odiosa situación en la que, afortunadamente, no ves que estoy. Ay, cómo te extraño, la puta madre.
Y así estoy, sentada, con el cuerpo medio tapado por una sábana, una frazada y un cubrecama, con el cuaderno de inglés (el único que tiene hojas en blanco actualmente) y la microfibra violeta en la mano, mi preferida, mi elemento favorito en la bolsa lila con corazones plateados que uso provisoriamente a falta de una cartuchera propiamente dicha. Ah, y, para colmo, está sonando Heart in a cage. Sí, duermo con música. Y en este tiempo, el cd elegido (a falta de mp3 que ande/otro cd mejor que no sea de jazz -porque Coltrane o Weather Report me despavilarían-) es, claro, First impressions of Earth. Vos sabés cuánto amo, entre otras cosas de "Los Estroques", la sensual voz de Casablancas. ¿No te parece un poco irónico que con lo que estoy escribiendo, esté escuchando esa canción, y ese cd, que tantos malos recuerdos me traen? Qué se yo. "Por algo será".
Y más allá de todo, no puedo dejar de pensar en la posibilidad de confesarte de alguna manera todo esto, ya sea directa o indirectamente, la próxima vez o alguna vez no tan lejana que nos veamos. ¿Cómo sería "indirectamente"? Dejame pensar...
Podría ser algo así como dejar caer o dejar muy a la vista alguno de los... numerosos escritos que te "dediqué" (¡Como este!), por decirle de alguna manera, de modo que te llamara lo suficiente la atención como para que te generara intriga, curiosidad, etc. Qué... raro sería estar viéndote leer algo de eso, ver cómo todo, repentinamente, cambia: ver tus ojos abriéndose disimuladamente, ver todo tu cuerpo reaccionando al comprender el sentido de lo que estás leyendo, ver lo que harías una vez habiendo termnado de leer, con todo lo que ello implicaría. Sería bastante raro, ¿no? Al mismo tiempo, sería, probablemente, un choque de emociones contrariadas importante; no sé si tanto por tus emociones con las mías, la verdad es que ahí no sabría qué esperar, sino de mis emociones entre sí: El alivio con el terror a lo que "vendrá" provocarían una especie de colapso nervioso, peor que cualquiera que hubiera tenido antes. Y eso que esas son sólo dos del impossible-to-know número de sensaciones que me invadirían en ese momento: sumale, entre otras, los nervios, la ansiedad, la expectativa, la duda. No creo que pudiera soportarlo. Bueno, mentira, lo soportaría, pero serían los... diez minutos más largos de toda mi puta y corta vida.
Ay, cierto. Acabo de recordar el mayor PORQUÉ para evitar a toda costa el momento anteriormente mencionado: tengo quince años, QUINCE. Y vos... bueno. Yo tengo mis crisis adolescentes que, por ahora, parecen no tener muchas ganas de aflojar y dejarme crecer mucho más. ¿No es horrible darse cuenta de este tipo de cosas, caer, y saber que la posibilidad más grande (mucho más que el resto) que estás manejando es la de darte contra una pared más dura que una de hormigón reforzado? Ja, sería bastante paradójico si pudiéramos vernos a nosotros mismos, en un bar, diciéndonos el uno al otro lo lindos y geniales que somos, como suele pasar. Ya sé, ya sé, no significaba nada que estuviera por fuera de la amistad hermosa que tenemos. Cómo quisiera que connotaran o denotaran algo más, y que tus supuestas ganas de altar fueran y de una hija y viajes por distintos lugares del globo fueran reales, y no sólo un tonto chiste interno. Quisiera poder acortar la(¿s?) diferencia(¿s?). Quisiera tener la capacidad de adelantar el tiempo hasta el momento en que pudiéramos tomarnos de la mano, y decir "pensar que jodíamos con que nos íbamos a casar".
Quisiera saber si esto es un texto poético.
Hora exacta: 04:34
Son casi las 4 de la mañana. Es, creo, la tercera noche seguida en la que parte decido y parte me obliga mi maquinera mente a estar en la cama recién a esta hora, a dirijirme a mi sala personal para escapar de la realidad a través del beso de Morfeo.
No está bueno, creeme. Me va a costar mucho despertarme en cerca de cuatro horas para continuar con la rutina semanal.
Hasta hace tres minutos, más o menos, tenía un cigarrillo en la mano, como en las últimas tres noches, y la cabeza laburando a mil por hora. Me cuesta dormir si no es que mi cuerpo ya me obliga, forzosamente. Y, encima, hasta sumergida en mi subconsciente me es muy difícil escaparme. Porque, si no te veo, no resulta suficiente pensar acerca del horror emocional que paso, y termino viéndote en los sueños más malflasheros que tuve acerca del momento en que te confiese que no me banco ni dos segundos más sin vomitarte todo en la cara.
Dejame cambiarle un poco la letra a "Requiem for O.M.M. 2" para aplicarla a mí totalmente:
I don't need a photograph, 'cause you never leave my mind.
Qué linda canción, es una de mis favoritas. Y, sin dudas, ese cambio representa la odiosa situación en la que, afortunadamente, no ves que estoy. Ay, cómo te extraño, la puta madre.
Y así estoy, sentada, con el cuerpo medio tapado por una sábana, una frazada y un cubrecama, con el cuaderno de inglés (el único que tiene hojas en blanco actualmente) y la microfibra violeta en la mano, mi preferida, mi elemento favorito en la bolsa lila con corazones plateados que uso provisoriamente a falta de una cartuchera propiamente dicha. Ah, y, para colmo, está sonando Heart in a cage. Sí, duermo con música. Y en este tiempo, el cd elegido (a falta de mp3 que ande/otro cd mejor que no sea de jazz -porque Coltrane o Weather Report me despavilarían-) es, claro, First impressions of Earth. Vos sabés cuánto amo, entre otras cosas de "Los Estroques", la sensual voz de Casablancas. ¿No te parece un poco irónico que con lo que estoy escribiendo, esté escuchando esa canción, y ese cd, que tantos malos recuerdos me traen? Qué se yo. "Por algo será".
Y más allá de todo, no puedo dejar de pensar en la posibilidad de confesarte de alguna manera todo esto, ya sea directa o indirectamente, la próxima vez o alguna vez no tan lejana que nos veamos. ¿Cómo sería "indirectamente"? Dejame pensar...
Podría ser algo así como dejar caer o dejar muy a la vista alguno de los... numerosos escritos que te "dediqué" (¡Como este!), por decirle de alguna manera, de modo que te llamara lo suficiente la atención como para que te generara intriga, curiosidad, etc. Qué... raro sería estar viéndote leer algo de eso, ver cómo todo, repentinamente, cambia: ver tus ojos abriéndose disimuladamente, ver todo tu cuerpo reaccionando al comprender el sentido de lo que estás leyendo, ver lo que harías una vez habiendo termnado de leer, con todo lo que ello implicaría. Sería bastante raro, ¿no? Al mismo tiempo, sería, probablemente, un choque de emociones contrariadas importante; no sé si tanto por tus emociones con las mías, la verdad es que ahí no sabría qué esperar, sino de mis emociones entre sí: El alivio con el terror a lo que "vendrá" provocarían una especie de colapso nervioso, peor que cualquiera que hubiera tenido antes. Y eso que esas son sólo dos del impossible-to-know número de sensaciones que me invadirían en ese momento: sumale, entre otras, los nervios, la ansiedad, la expectativa, la duda. No creo que pudiera soportarlo. Bueno, mentira, lo soportaría, pero serían los... diez minutos más largos de toda mi puta y corta vida.
Ay, cierto. Acabo de recordar el mayor PORQUÉ para evitar a toda costa el momento anteriormente mencionado: tengo quince años, QUINCE. Y vos... bueno. Yo tengo mis crisis adolescentes que, por ahora, parecen no tener muchas ganas de aflojar y dejarme crecer mucho más. ¿No es horrible darse cuenta de este tipo de cosas, caer, y saber que la posibilidad más grande (mucho más que el resto) que estás manejando es la de darte contra una pared más dura que una de hormigón reforzado? Ja, sería bastante paradójico si pudiéramos vernos a nosotros mismos, en un bar, diciéndonos el uno al otro lo lindos y geniales que somos, como suele pasar. Ya sé, ya sé, no significaba nada que estuviera por fuera de la amistad hermosa que tenemos. Cómo quisiera que connotaran o denotaran algo más, y que tus supuestas ganas de altar fueran y de una hija y viajes por distintos lugares del globo fueran reales, y no sólo un tonto chiste interno. Quisiera poder acortar la(¿s?) diferencia(¿s?). Quisiera tener la capacidad de adelantar el tiempo hasta el momento en que pudiéramos tomarnos de la mano, y decir "pensar que jodíamos con que nos íbamos a casar".
Quisiera saber si esto es un texto poético.
Hora exacta: 04:34
No hay comentarios:
Publicar un comentario